28 mar. 2024

Quieren enterrarnos

Inés Franceschelli escribe en el material ACCIÓN de agosto del 2017 un artículo titulado “Quieren enterrarnos. Pero no saben que somos semillas”.

Adelanto algunos párrafos animando a que se haga una lectura.

“Para que cada ser humano del planeta pueda comer, antes alguien tuvo que cultivar, y para que alguien cultive es necesario contar con semillas adaptadas a las condiciones geográficas, climáticas, y culturales del lugar donde ese agricultor va a cultivar”.

Y esta es una deuda que nunca hemos pagado a los que hicieron durante siglos este trabajo.

Más bien, ahora, los poderosos no reconocen esta deuda y están destruyendo las semillas nativas.

Hasta hace poco alrededor de 7.000 plantas eran las que nos alimentaban, pero actualmente la autora reconoce que “hoy apenas 30 cultivos proporcionan el 95% de las necesidades de energía alimentaria del globo y cuatro de ellos (arroz, trigo, maíz y papa) suministran más del 60%”.

Y añade sobre el punto que “este escaso repertorio está siendo paulativamente apropiado por cuatro grandes grupos empresariales (Monsanto-Bayer, Syngenta-ChemChina, Dow-SuPont y BASE) que controlan el 59,8% del mercado mundial de semillas.

La conclusión de todo esto es la dependencia progresiva alimentaria de casi todas las naciones, y por lo tanto también de un país como el Paraguay en el que la tierra es una de las mayores riquezas con las que cuenta.

“En el primer semestre del 2017, el Paraguay importó un total de 17,194 kilos netos de semillas de las cuales 14,876 corresponden a frutihortícolas”

Y de todas las semillas importadas, más de la mitad vienen del Brasil, según los datos que se desglosan en la última edición de ACCIÓN de agosto de este año.