Las movilizaciones, con fuertes enfrentamientos entre fuerzas de seguridad y manifestantes, que también derivaron en disturbios y saqueos, iniciaron el 1 de abril y ya dejan 20 muertos y centenares de heridos y detenidos. La oposición lanzó las manifestaciones para reclamar elecciones generales, la libertad de los presos políticos y el respeto a la autonomía del Parlamento, único poder público que controla y cuyas decisiones son consideradas nulas por el Tribunal Supremo de Justicia. Para el sociólogo Francisco Coello, las protestas continuarán favorecidas por el malestar popular en un país con la inflación más alta del mundo y una aguda escasez de alimentos y medicinas. “El país no tiene un solo hueso sano. La gente va a seguir protestando. El reto de la oposición será hacer entender que no hay un solo método de protesta, porque probablemente las marchas se desgastarán”, dijo. El politólogo Luis Salamanca descarta que las manifestaciones precipiten un cambio de Gobierno este año. afp