La droga fue incautada hace ya varios días del aeropuerto internacional Silvio Pettirossi pero este martes se logró abrir ante la presencia de la jueza Lici Sánchez y la fiscala Elva Cáceres.
La misma estaba oculta entre cajas de cartón que a su vez contenían estuches de relojes de una prestigiosa y costosa marca internacional.
El paquete se logró retener gracias a uno de los canes de la Senad en el depósito de exportaciones del aeropuerto.
La cocaína estaba impregnada en el cuero que revestía el interior de los estuches, lo que da una pauta de las diferentes maneras en las que se ingenian los traficantes a fin de lograr su cometido.
Se trataba de cuatro cajas pequeñas y una de mayor tamaño. Los agentes procedieron al pesaje, lo que determinó que el peso bruto de lo incautado es de 5 kilos y 330 gramos. Sin embargo, con una orden judicial, se deben realizar procesos químicos para extraer la cocaína del cuero y determinar cuál es el pesaje final.
La encomienda salió de una agencia de Courier de la capital del país y tenía como destino final Japón.
Los países asiáticos constituyen uno de los mercados más rentables para el narcotráfico. Los intervinientes cotejan los datos del remitente y destinatario declarados en el envío para llegar hasta los responsables del ilícito.