19 mar. 2024

¿Qué pasa en Lima?

Por Guido Rodríguez Alcalá

En primer lugar, lo que todos sabemos: en la capital del Perú se reúne la Cumbre del Cambio Climático, con participación de 195 países.

Como su nombre lo indica, la conferencia internacional se propone evitar los efectos negativos del cambio climático provocado por la acción humana. Esto requiere impedir que la temperatura del mundo aumente más de dos grados.

Si se sigue a este paso, aumentará cuatro grados para finales del siglo, lo cual tendrá consecuencias negativas para todas; para algunos, mucho más negativas.

Entre los más afectados estará Bangladesh, país superpoblado y que se quedará con buena parte de su territorio sumergido a causa de la suba del nivel del mar.

También sufrirá el Perú, que ya ha perdido el 40% de sus glaciares a causa del aumento de la temperatura, y que necesita el agua del deshielo como agua potable y para la agricultura.

El propósito de esta cumbre es que se llegue a redactar el texto de un acuerdo que será firmado, con fuerza vinculante, en la cumbre del año que viene en París.

Para esta semana se esperan progresos en las negociaciones, por dos motivos. El primero es que, en la comunidad científica internacional, prácticamente se ha llegado al acuerdo: el cambio climático es provocado por la acción humana.

Según un estudio de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia, el 97% de los textos publicados en años recientes sobre el tema coincide en esto.

Hasta hace algún tiempo, se negaba el hecho del cambio climático. Esto, en gran medida, se debía a la campaña emprendida por las empresas dedicadas a la explotación de combustibles fósiles (petróleo, gas, carbón). La campaña no ha terminado, pero la opinión pública se ha distanciado de ella.

El segundo motivo es el reciente acuerdo entre Obama y Xi Jiping, presidentes de los dos mayores contaminadores mundiales: Estados Unidos y China.

Hasta hace poco, cada uno de esos dos países saboteaba los programas del otro para buscar energías limpias quejándose ante la Organización Mundial del Comercio de que su rival subvencionaba a su industria.

Quejas hipócritas, porque la industria del petróleo está subvencionada, y no hay razón para no apoyar a las industrias menos contaminantes.

China y Estados Unidos son responsables de casi el 40% de las emisiones de gases carbónicos en el mundo; si las reducen, será mejor para todos. (Queda por verse si el Congreso, manejado por los republicanos, no saboteará la iniciativa de Obama.)

También la Unión Europea ha decidido tomar medidas drásticas para reducir sus emisiones.

Algunos países de la UE ya lo han hecho y, si los demás se ponen de acuerdo, será mucho mejor.

Como contrapartida, existen contaminadores impenitentes. El ONG Germanwatch dice que Australia, Canadá, Kazajistán y Arabia Saudita no han hecho nada para cortar sus emisiones ni es probable que lo hagan. Pero, si es que se llega a un acuerdo internacional con carácter vinculante, los recalcitrantes se verán obligados a recapacitar.

Eso depende de hasta dónde avancen las negociaciones limeñas que se desarrollen en los próximos días.

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