“Cuento con que (los candidatos) den ejemplo de limpieza y honestidad”, dijo Putin al intervenir en el congreso de la formación que él mismo fundó hace quince años tras desembarcar en el Kremlin.
Medvédev, presidente del partido y elegido hoy mismo su cabeza de lista por los delegados del congreso, agregó: “Os pongo un sólo objetivo, ganar. Pero debe ser una victoria limpia. Rusia Unida está obligada a demostrar que nuestros candidatos ganan honestamente”.
La limpieza de las próximas elecciones parlamentarias es objeto de preocupación del Kremlin, habida cuenta de las numerosas denuncias de fraudes en comicios anteriores.
Recuerdan bien los líderes rusos las multitudinarias protestas, con cientos de miles de manifestantes en las calles de Moscú y otras ciudades de Rusia, que siguieron a las pasadas parlamentarias en diciembre de 2011 y las presidenciales en mayo de 2012.
El nombramiento, en marzo pasado, de Ela Panfílova, exdefensora del Pueblo, al frente de la Comisión Electoral Central (CEC) de Rusia fue interpretado por los medios rusos como un paso que busca darle mayor credibilidad al organismo.
Putin advirtió del peligro de que durante la campaña se especule “con las actuales dificultades” económicas por las que atraviesa el país, sumido desde hace casi dos años en una recesión, aunque admitió que “la crítica a las autoridades debe existir y, desde luego, la habrá”.
Lo que no permitirá ni a los suyos ni a los candidatos de la oposición -precisó- es “la mentira y manipulación de los hechos, la abierta traición de los intereses de país, las promesas vacías tras las cuales se oculta sólo el deseo de desestabilizar la situación y llegar al poder a cualquier precio”.
Putin destacó que el partido asume la responsabilidad por los integrantes de su lista, pero recalcó que “los propios candidatos deben ser conscientes de que sus acciones y declaraciones se reflejan en la reputación de Rusia Unida”.
Recordó que la formación surgió como una “necesidad vital para el fortalecimiento del Estado y la consolidación de la sociedad”.
“Todos recordáis en qué estado se hallaba el país: existía un peligro real de desintegración. Desde el punto de vista jurídico y político (Rusia) era un territorio despedazado. El Cáucaso Norte estaba inundado de amenazas terroristas contra Rusia”, señaló.
En el momento actual, añadió Putin, “lo importante es concentrarse en los ámbitos clave y los grandes proyectos que garantizarán el desarrollo dinámico del país y el bienestar de sus ciudadanos”.
Mientras, Medvédev reveló algunos aspectos del programa electoral de RU aprobado por los delegados del congreso, que también dieron su visto bueno a todos los candidatos que se presentarán.
Definió a Rusia como “un Estado social”, repasó las iniciativas dirigidas a mejorar la sanidad y educación, las pensiones y la vivienda, y centro centró su discurso en el contenido económico del programa.
“Queremos crear una economía cuyo crecimiento lo garanticen las fuentes internas y no las cotizaciones en las bolsas”, dijo en alusión a los precios del hidrocarburos, cuyo desplome ha agravado la salud de la economía de Rusia.
Explicó que el partido defenderá “mejorar el clima empresarial” para hacer de Rusia un país atractivo para inversores nacionales y extranjeras y garantizar la estabilidad macroeconómica.
Los miembros de la próxima legislatura serán elegidos según un sistema mixto (225 por lista de partidos y 225 en circunscripciones mayoritarias), a diferencia de los actuales diputados, que en su totalidad accedieron a la Duma por listas de partido.