Por Magdalena Riveros
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Pese a no estar muy alejadas de la capital del país, Asunción, y de la capital departamental, Villa Hayes, pobladores del Bajo Chaco como de Fortín Caballero, Teniente Esteban Martínez y Cadete Pando pasan momentos difíciles cuando se enferman por las carencias que presenta el sistema de salud pública en el Departamento de Presidente Hayes.
ÚH recorrió las tres comunidades y en todas hay una problemática común: La falta de médicos que atiendan en forma permanente en las unidades de salud y la carencia de ambulancias que estén disponibles a la hora de una urgencia. Los problemas menores de salud son atendidos por promotores de salud o enfermeras, de quienes los moradores no se quejan, porque pese a las dificultades ponen todo el empeño en atender a los que acuden a buscar un alivio a su salud.
En casos de urgencia, para moradores de Fortín Caballero y de su distrito cabecera, Teniente Esteban Martínez, la vía más rápida es ir hacia el lado argentino, a Lugones, y los de Cadete Pando a Belgrano. El viaje hacia el vecino país no resulta tan económico cuando el paciente tiene que ser derivado a la ciudad de Formosa, donde familiares deben costearse la estadía.
Llevar a un enfermo grave hasta Villa Hayes, y en caso de no encontrar lugar ir a Mariano Roque Alonso o a un hospital de la capital, el costo de alquiler de una camioneta sale entre G. 500.000 y G. 800.000, y en muchos casos deben volver a pagar el combustible.
“Cuando los pobres nos enfermamos, solo nos queda encomendarnos a Dios”, expresó María Estela Locati, una madre de Fortín Caballero.
Vecinos de los sitios visitados señalaron que como es difícil y costoso el pago de una movilidad para llegar hasta un médico en Villa Hayes o Mariano Roque Alonso, recurren a la automedicación. En los locales que llaman comercial (las conocidas despensas) se venden algunos medicamentos básicos, de venta, que adquieren como parte de la automedicación.
Moradores de Fortín Caballero señalaron que en el puesto de salud no cuentan ni con antiofídicos, pese a que el Chaco se caracteriza por tener abundantes víboras. El edificio que levantó la Gobernación (administración de Óscar Núñez, hoy diputado nacional), está inconcluso y abandonado, y con yuyales. La concejala Soledad de Quintana acotó que “el gobernador (Pablo Cortesi) dijo que no continuarán la obra porque está auditada por la Contraloría General de la República”.
En esa localidad, el personal de la unidad de salud tenía antes una moto para movilizarse. Hoy ese vehículo está destrozado. El puesto cuenta solo con promotora de salud contratada y una vez al mes hay una médica; moradores quieren una enfermera obstetra, como antes tenían.
En Teniente Esteban Martínez, desde la semana pasada, el Consejo de Salud local contrató a una médica, para cubrir por el momento la vacante del médico que fue a Falcón. La ambulancia está desde hace casi un año paralizada; el Consejo decidió hacerse cargo del arreglo, y envió hace como tres meses el motor, y se espera su retorno para que el vehículo vuelva a funcionar.
En Cadete Pando, distrito de General Bruguez, las enfermeras recurren a movilidad de la Región Sanitaria para trasladar pacientes, ya que la ambulancia de Bruguez ahora no está en condiciones.
La Dra. Dalila Oviedo, directora de la Región Sanitaria, destacó que “hacemos tripa corazón para responder a todas las necesidades. Tenemos solo tres ambulancias para utilizar en todo el departamento, del hospital sacamos personal para que recorran las diferentes zonas y medicamentos ahora tenemos suficiente”. Indicó que la entrega de los remedios ya depende de los informes que envíen los encargados de los distintos puestos de salud.