En esas dos regiones “el trabajo se centra en reducir nuestras pérdidas”, subrayó en la presentación a la prensa de los resultados semestrales Tavares, que no precisó el monto de los números rojos encajados en la primera mitad del año y recordó su compromiso de que ambas vuelvan a ser rentables “como muy tarde en 2017"
Reconoció que a la vista de la situación, han revisado todavía más a la baja sus previsiones sobre la caída de sus ventas en Rusia en 2014, que ahora calculan que será del 10 %, en lugar del 5 %.
Para Latinoamérica, el descenso esperado para el conjunto del año sigue siendo del 7 %, y ahí la principal preocupación es Argentina ante la posibilidad de una suspensión de pagos del país.
“Adaptaremos nuestras decisiones al contexto del mercado”, señaló al ser preguntado ante la eventualidad de la suspensión de pagos, y aludió a dos mecanismos para hacerlo: nuevas subidas de los precios de los coches y menor producción en Argentina.
Hizo notar que las dificultades allí empezaron en enero con la devaluación del peso, a lo que PSA respondió -como los otros fabricantes- con un fuerte incremento de los precios de venta que se ha traducido en un bajón de las matriculaciones.
Respecto al escenario de un endurecimiento de las sanciones a Rusia, Tavares indicó que la actividad de su empresa allí no es muy importante y, para invertir la situación de pérdidas, se ha recortado todavía más, de forma que en el primer semestre su cuota de mercado quedó en el 2 %.
En el primer semestre, las ventas de coches de PSA cayeron un 26,8 % en Latinoamérica con 107.000 unidades, y un 26,5 % en Rusia con 27.000.
Eso contrasta con el ascenso del 11,7 % en Europa, con 956.000 coches, y con el 27,7 % en China y en el sureste asiático, con 360.000 unidades.
En el conjunto del mundo, el fabricante francés matriculó 1.541.000 automóviles, un incremento del 5,5 %.
