FERGUSON - EEUU
Con un aspecto casi fantasmal, la localidad de Ferguson intentó ayer retomar la normalidad, tras dos noches de disturbios por la decisión de un jurado de no imputar al policía blanco que mató a tiros al joven negro Michael Brown.
Cubiertas por un manto blanco de nieve que empezó a caer al mediodía, las calles de ese suburbio, en el estado de Misuri, estuvieron prácticamente desiertas de peatones, en la víspera de la celebración del tradicional Día de Acción de Gracias en el país.
Esa aparente calma, provocada quizás en parte por el intenso frío que azotó a esa localidad de 20.000 habitantes, en su mayoría afroamericanos, llegó después de que al menos 45 personas fueran detenidas la pasada madrugada durante la segunda noche de protestas. Además, las fuerzas del orden decomisaron dos armas y un coctel molotov, precisó hoy el jefe del condado de San Luis, Jon Belmer.
Las protestas se extendieron por EEUU y más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional fueron enviados a la zona de St. Louis para controlar una segunda jornada de disturbios, después de que un jurado rechazó acusar a un policía blanco por la muerte a tiros de un adolescente negro desarmado.
llamado. El presidente Barack Obama llamó al diálogo y su fiscal general prometió una investigación federal rigurosa por la muerte en agosto de Michael Brown. El agente Darren Wilson, quien disparó contra el joven, dijo que tenía la conciencia limpia.
A pesar de los refuerzos en Ferguson, un coche patrulla fue quemado cerca del ayuntamiento en la noche del martes. La policía lanzó bombas de humo y gas lacrimógeno para disolver a los manifestantes.
En otras partes de la ciudad, las protestas tuvieron menor convocatoria y estaban más controladas que el lunes, cuando una decena de negocios fueron incendiados y hubo saqueos en otros, en medio de disparos esporádicos y gases lacrimógenos.
“En general fue una noche mucho mejor”, dijo a periodistas el jefe de policía del condado de St. Louis, Jon Belmar, quien informó que hubo muy pocos delitos o disparos, y que las problemas estuvieron relativamente fueron de un pequeño grupo.
La policía y la Guardia Nacional establecieron una férrea defensa del ayuntamiento por el temor a que pudiese ser atacado, pero los daños al consistorio se limitaron a unas pocas ventanas, dijo Belmar.
Las protestas aumentaron desde Los Ángeles hasta Washington el martes. En Nueva York, la policía usó gas pimienta para controlar a la masa después de que los manifestantes trataran de bloquear el túnel Lincoln y el puente Triborough y marcharon hacia Times Square. En Oakland, California, y en Atlanta, los manifestantes bloquearon el tráfico y en Boston hubo una marcha popular.