Las mismas comparecieron para la testifical y sostuvieron que en todo momento tanto al personal de la firma de seguridad, así como al dueño de Protek, Luis Fretes, y a su hijo, Fernando Fretes, se les dijo que el que se apoderó de su vehículo era su propio hermano. Esto teniendo en cuenta que los guardias Óscar Tomás Blanco Ozuna (29) y Julián Herinio Ojeda (45) adujeron ante los vecinos que estaban persiguiendo al ladrón del vehículo.
“En todo momento les advertí que era mi hermano y era inofensivo, ya que estaba lastimado en la rodilla, pie y brazo, y que de por sí no era capaz de lastimar a nadie, es decir, en ningún momento dije que se trataba de un ladrón, dejé muy claro que era mi hermano”, mencionó Romina, dueña del automóvil de la marca Hyundai i10 implicado en el hecho (ver foto).
También señaló que tenía el servicio de GPS de la empresa y que llamó a esta para poder acceder desde su computadora; de esa manera quería verificar la ubicación de su hermano y del rodado.
“Llamé a la empresa, les pedí mi contraseña para ingresar al rastreo, me dijeron que en la brevedad me pasarían, pero nunca me retornaron la llamada; entonces llamé al hijo del dueño, Fernando Fretes, que era mi compañero de colegio y le dije que necesitaba urgente mi contraseña, en lo que me corta la llamada y luego me llama su padre Luis Fretes y le relato lo sucedido”, explicó Romina Benítez ante la representante del Ministerio Público.
Incluso añadió que le llamó en una segunda oportunidad y que escuchó de fondo cuando Fretes, con la radio de sus empleados, era comunicado de que hubo disparos. “Ahí me corta la llamada y ya no se comunica conmigo”, añadió. Por otra parte, la madre comentó que estaba “tranquila y confiada, porque la empresa (Protek) iba a detener a su hijo a través del rastreo de monitoreo digital”.