“Nuestra cultura e identidad exigen que Asunción implemente señales de tránsito bilingüe. La Constitución y las leyes nos obligan al uso de nuestros idiomas oficiales”, expresó el concejal Tony Apuril, proyectista de la normativa.
La propuesta, denominada “Asunción Bilingüe”, establece que la capital del país deberá adecuar de manera obligatoria toda la señalética de tránsito en nuestros idiomas oficiales: español y guaraní.
El proyecto ya fue aprobado por la Junta Municipal de Asunción y actualmente se encuentra en la Intendencia para su estudio y posterior respuesta del jefe comunal, Mario Ferreiro.
Para Apuril, es una deuda pendiente de Asunción con nuestro idioma, cultura e identidad, y se mostró esperanzado en que pronto pueda haber respuesta.
Dijo que esto que se quiere implementar en la capital de Paraguay es ya algo normal en otras capitales del mundo.
El documento declara la obligatoriedad de la implementación de señalética bilingüe tanto en la vía pública como en las instituciones prestadoras de servicios, en salvaguarda del legado guaraní, reforzando nuestra identidad sociolingüística nacional, además de la promoción del idioma y del arraigo de nuestra cultura.
El edil agregó que la normativa tiene el objetivo de facilitar el acceso a la información a ciudadanos de todo el país que llegan hasta la capital para realizar trámites y recibir cualquier tipo de asistencia.
El concejal manifestó que el uso obligatorio de nuestros idiomas oficiales se encuentra estipulado tanto en la Carta Magna como en la Ley 4251, esta última establece claramente que los paraguayos tenemos el derecho de conocer, usar y recibir información oficial en español y guaraní.
Para el proyectista, las señales de tránsito en guaraní reforzarían la percepción de la identidad y la especificidad de un lugar, aparte que obliga a un mayor empleo de pictogramas de fácil comprensión y a un estudio más cuidado del diseño de los paneles, a fin de contener dentro de límites aceptables las informaciones que deben transmitirse en más lenguas.
Al mismo tiempo, garantiza una comprensión inmediata e incentiva la normalización ortográfica de los topónimos y las variedades lingüísticas locales, enfatizó.