Dicho proyecto se aprobó sobre tablas a pedido del colorado José María Ibáñez y como ocurre en la mayoría de los casos, sin debate y sin que los diputados sepan exactamente qué aprobaron, y menciona los artículos 4, 49 y 51 de la Constitución Nacional que protegen la vida humana desde su concepción y el matrimonio conformado entre el hombre y la mujer.
Casco, quien no estuvo presente en dicha sesión, señaló que el documento representa un retroceso en materia de derechos humanos y tratados internacionales que Paraguay suscribió en el marco del respeto a la igualdad, la equidad social, la dignidad, la pluralidad y el desarrollo.
Ante esta situación, presentó un proyecto de declaración contrario al aprobado, para que sea discutido en las comisiones pertinentes y el pleno pueda rever la resolución.
De acuerdo con la legisladora, no se puede cercenar el derecho del otro en nombre de ninguna creencia política o religiosa. Recordó que Paraguay es miembro del Sistema Interamericano de DDHH, y como parte debe respetar la normativa y decisiones que emana dicho sistema.
SALVAR VIDAS. “Quienes asumimos la posición de defender todo tipo de familias no somos gente que promueve el discurso del odio. Al contrario, estamos desarrollando campañas y acciones para salvar la vida de las personas y de las mujeres”, aseveró.
