En compañía del ministro de Agricultura y Ganadería, Juan Carlos Baruja, y del gobernador de Paraguarí, Miguel Cuevas, visitaron primeramente la sede de la Dirección General de Aduanas para pedir acciones concretas a su director, Nelson Valiente.
El gobernador y varios campesinos lanzaron duras críticas a Aduanas en la reunión, denunciando inclusive complicidad de los funcionarios de la institución.
“Hubo apoyo en insumos y semillas, ahora queremos cerrar el círculo y comercializar”, manifestó el ministro Baruja. El secretario de Estado se refirió a los dos principales problemas de los productores de cebolla: los bajos precios y la falta de mercados.
“Los precios están muy deprimidos, por eso creemos que hay un ingreso grande de contrabando”, agregó.
Pero Cuevas fue más duro en sus declaraciones. “Varias veces hemos pedido, pero no sentimos el apoyo de ustedes, por eso la próxima semana vamos a salir a las calles”, advirtió. Comentó que del 2013 al 2016 pasaron de tener solo 70 hectáreas de plantaciones de cebolla a 850 hectáreas este año. Sin embargo, no existe buen precio por la competencia desleal que significa el contrabando, dijo.
Valiente se defendió diciendo que es necesario involucrar a todas las instituciones, no solamente a la Aduanas, porque “los contrabandistas actúan con violencia”. Aseguró que enviará “al freezer” a los funcionarios coimeros.