El evento, de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la agricultura (FAO), se desarrolló ayer en el Hotel Guaraní, y contó con la presencia de representantes de organizaciones de la sociedad civil, del Gobierno y de la comunidad académica.
“Hay una enorme potencialidad por los vínculos entre el ámbito rural y el urbano. Hay cambios en la forma de consumo”, explicó Luiz Carlos Beduschi, oficial de políticas en Desarrollo Rural de la FAO en Paraguay.
“La alimentación es un acto político que le da valor a los productos del campo”, comentó el representante de la FAO. Luego instó a buscar una nueva economía que cuide los recursos naturales y que aproveche el conocimiento.
Por su parte, el viceministro de Agricultura, Mario León, dijo que la producción orgánica debe reportar volúmenes importantes para poder ser sostenible. Reconoció que la falencia del Gobierno en todo esto es que hay una falta de institucionalización. “Hay demasiada dispersión (de instituciones), tenemos piezas esparcidas”, lamentó.
Por su parte, Quintín Riquelme, del Centro de Documentación y Estudios, resaltó que Paraguay importa muchos alimentos que se puede producir en el país, como es el caso de la papa y la cebolla.