Sobre la manifestación de pobladores de General Resquín, departamento de San Pedro, en contra de la quema de marihuana (Cannabis sativa), Rojas dijo que no es nuevo, el mismo hecho ya sucedió en Capitán Bado.
Explicó en Radio Monumental AM que esta actividad no rompe con la cadena de pobreza porque el campesinado, apenas puede pagar la deuda contraída con el “patrón”. Se lo conoce como mecanismo de enganche y comenzó en la época colonial en los yerbales.
Si bien la Senad llegó a destruir grandes producciones, generaba la pérdida financiera del grupo afectado y no pagaba al campesino que cuidaba la plantación. Este, a su vez, no podía cumplir con la cuota de la concesionaria o el almacén y, consecuentemente, aumentaban los hechos punibles.
Otro efecto que provocaba era la suba de los precios de marihuana por la disminución de oferta, dando el doble de ganancias a los financistas, y nuevamente estimulaba nuevas plantaciones.
Para el secretario de Estado, hay una consecuencia social que no se puede minimizar. Comentó que antes se tenía el planteamiento de sustitución de cultivo, cuando es de subsistencia, pero cuando es un producto de renta es difícil encontrar un rubro que dé ganancias como la marihuana.
Sobre la manifestación de los pobladores de General Resquín, dijo que se puede abordar desde la Fiscalía como una apología al delito por reivindicar algo ilegal, pero instó a analizar las consecuencias de esta medida.
Agregó que tiene un equipo que trabaja para la firma del decreto que crea un centro de investigación del cannabis donde se estudiará de manera científica la producción de la marihuana desde el aspecto social, legal y médico.