Esto significa que deben recibir una condena durante la audiencia, sin necesidad de que la causa se eleve a juicio oral y público. Luego de este proceso, deben concretar el resarcimiento al daño causado la semana pasada en Asunción.
Por lo tanto, no se podrá aplicar solo con el pago de fianzas como lo plantea la defensa del líder de la barra brava, Diego Storto, quien manifestó que pretenden pagar 8.000 dólares en reparación al daño para recuperar la libertad de Rafael Di Zeo, líder de la barra brava.
El arreglo entre víctima y victimario se puede dar solo si los denunciados o imputados son paraguayos.
En ese sentido, el proceso abreviado se ajusta a la causa, porque los argentinos no tienen arraigo y eso dificultará la comparecencia al Juzgado. Así explicó el juez de turno, Miguel Tadeo Fernández.
Al finiquitar el proceso deben ser expulsados y ya no tendrán la posibilidad de ingresar a Paraguay, mencionó.
La salida permitirá que los aficionados del país vecino reciban un castigo por los actos vandálicos protagonizados en la zona de la avenida Artigas y Perú, barrio San Felipe, de Asunción, el jueves pasado, antes del encuentro deportivo del equipo boquense contra Cerro Porteño por la Copa Libertadores.
NADA ANTES DEL PAGO. El fiscal Aldo Cantero manifestó, por su parte, que no solicitará al juzgado ninguna salida al proceso sin que los hinchas paguen por los daños causados (casas, mercaderías y autos destruidos).
“Creemos que Di Zeo estará preso hasta el día de mañana (hoy). El fiscal dijo que se debe hacer un resarcimiento por los daños. Estamos seguros de que van a recuperar la libertad este lunes, luego de pagar”, manifestó el abogado a un medio de su país.
El juez Rubén Ayala Brun decretó este sábado la prisión preventiva de Rafael Di Zeo, Elvio Javier Luis Sosa, Federico Luis Finochieto, Sebastián Marcelo Saravia, Mauro Leandro Martín y Ramón Jesús Vedoya, líderes de la barra del club argentino.
IMPUTADOS. El fiscal Aldo Cantero imputó a los líderes de barra brava por los delitos de perturbación de la paz pública y amenaza de hecho punible, luego de destruir buses y rapiñar a los damnificados por la crecida del río Paraguay junto a 231 hinchas de Boca que fueron detenidos y trasladados hasta la base de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOPE).
Los demás hinchas ya fueron expulsados del país.