En su humilde morada, en medio de cultivos y plantas florales, Tomiko, de 83 años, acompañada de su hijo Eligio, relata sus experiencias, de lo que recuerda, de los primeros años en La Colmena, y de los comentarios de sus padres.
Tomiko comentó sobre cómo en la colonia no tenían a mano abundante arroz, la alimentación principal de los japoneses, tuvieron que empezar a comer mandioca y que se adaptaron al consumo del alimento preferido de los paraguayos.
También habían traído semillas de horticultura, que sembraron en La Colmena, para luego consumirlas. Citó que al comienzo la mandioca les pareció “muy dura”, pero luego fueron acostumbrándose y la incorporaron a su alimentación.
Al consultársele cuál es el secreto de su alimentación para estar siempre joven a sus 83 años, respondió en medio de sonrisas: “Consumir arroz y mandioca”.
Junko Seki, de 81 años, es otra de las primeras inmigrantes que residen en La Colmena. Recuerda que su padre, si bien era periodista en Japón, al inmigrar a Paraguay se dedicó a la agricultura como los demás japoneses.
Mencionó que cuando se celebraron los 50 años de la inmigración japonesa, recibió el obsequio de la Embajada japonesa en Paraguay, de viajar por unas semanas a Japón, para conocer su país de origen, del que no conocía nada, ya que vino al Paraguay cuando tenía un año y unos meses.
“Me resultó muy chocante todo ese ritmo de vida en Japón. No estuve contenta en mi país de nacimiento, solo quería volver a la tranquilidad La Colmena”, describe la inmigrante.
La inmigrante tiene sus hijos y otros familiares distribuidos en varias partes del país. Acompañada de su cariñoso perro Leo, también relató que en su niñez iban a la escuela descalzos, pero con sus guardapolvos. “Solo usábamos calzados en los desfiles”, menciona. El 15 de mayo en La Colmena se celebrará los 80 años de creación del distrito y los 80 años de la primera inmigración japonesa al lugar.