Vucic, de 47 años, evitó una segunda vuelta al obtener un poco más del 55 por ciento de los votos; su rival más cercano, el candidato opositor y ex activista de derechos Sasa Jankovic, logró un 16,2 por ciento, según una proyección de la encuestadora Ipsos.
Vucic asumirá un cargo mayormente ceremonial a finales de mayo, pero se espera que retenga el poder a través de su control del gobernante Partido Progresista. El resultado fue una humillación política para los criticados partidos de la oposición, que dicen que el gobierno de Vucic es cada vez más autocrático.
No se espera que cambie el equilibrio geopolítico de la ex república yugoslava entre la Unión Europea, a la que Vucic quiere que Serbia ingrese, y Rusia, con la que los serbios comparten la fe cristiana ortodoxa y la herencia eslava.
Pese al crecimiento económico y una mayor estabilidad fiscal, Serbia aún tiene altos índices de pobreza y corrupción. Pero para sus partidarios, Vucic es una mano firme en una región problemática. “Voté por la estabilidad, hemos tenido suficientes guerras”, dijo Bozica Ivanovic, un jubilado de 65 años. REUTERS