La copia en subasta es una de las que mejor se conservan desde su publicación en los albores de la Segunda Guerra Mundial, cuya portada icónica marcaría el inicio de la época dorada de los cómics con la aparición de Superman en el imaginario colectivo, informa alt1040.com.
Darrem Adams, el dueño de la copia, cuenta que ya le habían ofrecido más de 3 millones de dólares, pero argumenta que para él era importante que todos aquellos que quisieran comprarla pudieran tener la oportunidad.
La Fundación Christopher Reeve es la encargada de recaudar fondos para la investigación de tratamientos para las personas con parálisis, condición con la que vivió el actor cuyo papel como Superman es uno de los más recordados del cine.