El artículo refiere que los pagos no podrán exceder el equivalente a un mes de sueldo. La propuesta para mantener el doble aguinaldo partió del Poder Ejecutivo y fue ratificada por ambas cámaras del Congreso.
Hasta el año pasado, el pago de las gratificaciones o “aguinaldo extra” no tenía un tope, y mientras algunas instituciones pagaban hasta dos en el año, otras entidades llegaban a pagar hasta cinco gratificaciones anuales.
Los funcionarios de Hacienda, por ejemplo, cobraban hasta el año pasado tres “aguinaldos” extras (salario presupuestado íntegro, sin descuentos) y G. 650.000 en concepto de bonificación, mientras que los contratados cobraban tres pagos extras de G. 1 millón cada uno, y G. 650.000 en concepto de bonificación. A partir de este año, los permanentes perciben dos “aguinaldos” extras (con base en la nueva matriz salarial) y G. 1 millón en concepto de bonificación; en tanto que los contratados cobran dos salarios mínimos adicionales extras. Hay que recordar que desde este año, el 70% de las bonificaciones (por título universitario, antigüedad, entre otros) que cobraban hasta el año pasado están anexadas al salario.
¿AUSTERIDAD? Si bien en su discurso el ministro de Hacienda, Santiago Peña Palacios, habla de austeridad, pocos días antes de las elecciones municipales Hacienda pagó a 1.988 funcionarios permanentes y cerca de 500 contratados un total de USD 1,7 millones por el segundo “aguinaldo extra” a sus funcionarios. También el Ministerio de Agricultura abonó la gratificación o “aguinaldo extra” a poco más de 300 funcionarios.
Estos pagos se realizan a pesar de que el fisco cerrará con un déficit fiscal cercano al 1,5% del PIB este año. El proyecto de Presupuesto 2016 presentado por el Ejecutivo al Congreso proponía destinar a bonificaciones y gratificaciones del sector público una erogación total de G. 1,26 billones (USD 225 millones).