“Los indicadores generales sobre la calidad de los préstamos se deterioraron el año pasado. En respuesta, los bancos han reforzado la constitución de provisiones y los préstamos en mora permanecen en niveles manejables”, destacó.
Por otra parte, puntualizó en que hay indicios de que el crédito proveniente de prestamistas no tradicionales y no sujetos a regulación está en aumento, no obstante hasta ahora sigue representando una pequeña fracción del crédito total.
El técnico destacó que la combinación de políticas macroeconómicas ha sido en general adecuada.
También enfatizó en que si la expansión económica continúa y se torna mucho más duradera a medida que se reanuda el crecimiento del crédito bancario, la tónica acomodaticia de la política monetaria debería replegarse gradualmente para mantener la inflación en los niveles bajos.
Finalmente el técnico declaró que “el BCP cada vez se vuelve más transparente y creíble. La efectividad de la política monetaria podría aumentar aún más si se fortaleciera el marco de política del Banco Central y si se mejorara la previsibilidad”.