“El clima de confianza está creciendo y repercute positivamente en la economía”, declaró Temer en un seminario sobre las políticas económicas del Gobierno organizado por la Confederación Nacional de la Industria (CNI) y el diario Valor Económico.
Ante empresarios y banqueros, Temer hizo una fuerte defensa de una sus propuestas más polémicas, que apunta a limitar el aumento del gasto público anual a la inflación registrada en el ejercicio anterior durante las próximas 2 décadas.
“Al asumir el Gobierno, recibimos un país con una deuda creciente y constatamos que el nivel de gasto que se consolidó en los últimos años es insostenible”, dijo Temer en alusión a la gestión de la destituida Dilma Rousseff, a quien sucedió el 31 de agosto.
Temer calificó ese aumento desmesurado del gasto de ciclo perverso que el país debe cerrar, pues ya llevó casi a la quiebra al propio Estado y a regiones como Río de Janeiro, que enfrenta una crisis financiera sin precedentes.
La propuesta, que ya fue aprobada en la Cámara de Diputados y pasó a discusión en el Senado, generó una ola de protestas que tiene su mayor expresión entre movimientos estudiantiles, que ocuparon cientos de escuelas y universidades en contra de esa iniciativa.
Los estudiantes y otros sectores que se oponen a esa iniciativa afirman que, de ese modo, el gasto público no tendrá un crecimiento real, lo que limitará la inversión en sectores sociales degradados que demandan mayores recursos. efe