El proyecto tiene como coordinador al padre Alberto Luna, S. J., junto a otros profesionales y traductores. “Luego de esa presentación y las revisiones que faltan, debemos enviar el trabajo a la Conferencia Episcopal Paraguaya para su aprobación y, posteriormente, debe ir a Roma”, menciona el sacerdote sobre el trabajo que hasta el momento cuenta con más de 1.700 páginas.
Puesta a prueba. Partes del misal serán distribuidas para ser utilizadas en algunos actos litúrgicos, cuenta el padre Luna. “Será como un plan piloto”, explica. Agrega que al principio tuvieron la asesoría del padre Bartomeu Melià. La profesora Ana Duré, una de las tres traductoras que forman parte del proyecto, menciona que fue un desafío interesante formar parte de él, ya que la traducción debía de transmitir el significado religioso de la palabra. Resalta que este proyecto une dos elementos muy arraigados en el pueblo, el catolicismo y el idioma.