El primero se asentará en el pueblo indígena de Karcha Bahlut; lugar en donde reposan –según la creencia popular– los semidioses Anabsoros, exterminados durante la antigüedad.
Según afirmaron el proyecto busca demostrar que con recursos limitados y mano de obra local se puede realizar un pequeño museo donde los miembros de cada comunidad puedan colaborar manteniendo su medioambiente; así como trabajar para la creación del mismo. Los espacios museísticos servirán para la conservación de piezas propias de la cultura de cada comunidad, en un intento por mantener vivo el recuerdo de las antiguas costumbres y tradiciones.
La propuesta arquitectónica del Museo Verde se basa en construcciones tipo y en la utilización de materiales propios del lugar; la mano de obra para la construcción contempla a los habitantes de cada lugar.