Consultado sobre las sospechas de que se intenta encubrir a los curas denunciados enviándolos a otras parroquias, contestó: “Ese ha sido el tema de Spotlight, en Boston (EEUU), y realmente eso se ha dado. Y acá en Paraguay, como obispo y arzobispo, de ninguna manera”, refutó.
Respecto al caso del padre Francisco Bareiro, de Paso Yobái –cuyo caso está en Justicia Ordinaria– indicó que no pertenece a su diócesis. “Hay que preguntarle a monseñor Ricardo Valenzuela”, apuntó.
Reserva. Valenzuela no quiso revelar cuántos casos se están investigando al interior de la Iglesia, desde la implementación del Protocolo para investigar denuncias contra clérigos sobre abuso sexual de menores, ni cuántos de ellos se informaron al Vaticano.
Dijo que se hicieron al pie de la letra “todas las orientaciones del Papa”, por lo que es una “obligación acompañar todos estos casos”. Contó que una vez que reciben una denuncia forman una comisión investigadora tal como marca el protocolo. “Los resultados son muy lentos porque los procesos canónicos son respetuosos del acusado y respetuosos de la víctima”, se excusó, ya que puede pasar un año o más de investigación.
Prevención. A la vez, están en sintonía con un Protocolo de Prevención –reveló Valenzuela–, pues no se trata de un problema solo de la Iglesia, sino de la familia. “Los abusos contra menores, las chicas de 10 o 13 años embarazadas por sus parientes. Estamos trabajando en la prevención de esto”, dijo al detallar que muestran a los educadores los medios de prevención, y a los niños, “cómo mantenerse seguros ante los posibles abusadores”, remató.