29 mar. 2024

Preocupa el manejo político de indicadores económicos

Fernando Masi, presidente del Cadep, señaló que durante los últimos dos años la opinión pública ha estado sometida a interpretaciones curiosas del desempeño económico, de parte de las autoridades del Gobierno.

Enfoque.  Fernando Masi, director de Cadep, dio su parecer sobre la situación actual que atraviesa el bloque regional.

Enfoque. Fernando Masi, director de Cadep, dio su parecer sobre la situación actual que atraviesa el bloque regional.

El titular del Centro de Análisis y Difusión de la Economía Paraguaya (Cadep) explicó que estas interpretaciones están llevando peligrosamente a una práctica no deseada en la construcción de datos oficiales sólidos y creíbles. Añadió que, en casi todas las presentaciones oficiales, se ha deseado convencer a la opinión pública que los resultados económicos y sociales obtenidos en los últimos cuatro años no tienen parangón, comparados con las últimas décadas y hasta con “los últimos setenta años”.

Este tema recién toma un estado más público a partir de las definiciones de las candidaturas del partido oficialista, en cuyos debates se intercambian acusaciones de mentiras y falsedades entre uno y otro contendor, apuntó.

“Se podría decir hasta el momento, que la mayor parte de las cifras oficiales que dan cuenta de los resultados económicos y sociales, no han sido alteradas. Sin embargo, las distorsiones o argumentos no bien fundamentados aparecen a la hora que técnicos y autoridades del Gobierno interpretan estas cifras”, relató.

Refirió que una primera equivocación es incluir las cifras estadísticas del año 2013 como parte del periodo del Gobierno actual. Un gobierno se inicia en el mes de agosto cada cinco años y solo tiene cuatro meses de funcionamiento en el año de asunción. aclaró. Por lo tanto, el 2013 no pertenece al Gobierno actual, así como el 2008 no pertenece a la administración Fernando Lugo-Federico Franco.

CIFRAS. A criterio de Masi, otro error es afirmar que el crecimiento económico del Paraguay ya no tiene su motor en el sector primario (agrícola-ganadero), sino en el sector industrial, de la construcción (obras públicas) y de la energía, y que por tanto la economía ya es diversificada.

“Es decir, que el sector primario que tiene un peso de alrededor del 27% del PIB y que contribuyó en un 50% con el crecimiento económico del 2013, pasa a contribuir con un mínimo a partir del 2014 y se vuelve casi irrelevante”, apuntó.

Añadió que, pese a haberse reducido el precio de los commodities a nivel internacional, hasta hoy representan el 83% de nuestras exportaciones. El sector industrial ha estado creciendo significativamente, pero su peso en el PIB está entre el 10 y 12%, sabiendo que además el 50% de la producción de manufacturas son agroindustriales (carne refrigerada, aceite y harina de soja, principalmente), acotó.

“Sin la agricultura, la industria no hubiera tenido un crecimiento interesante. La construcción tiene incluso un peso menor en el PIB (4 a 5%). El sector que más peso históricamente tiene en el PIB es el terciario (servicios y comercio), con alrededor de un 46 a 50%. Sin embargo, se ha estancado en su crecimiento en los últimos años”, detalló.

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