Héctor Cristaldo, presidente de la Unión de Gremios de la Producción (UGP), dijo que aún queda por exportar un 40% de la cosecha de la actual zafra, que superó las diez millones de toneladas. A esto se suma lo que queda por cosechar, producto de la zafriña, en pleno desarrollo.
Todo esto dependería de los actuales precios de la soja, que han caído paulatinamente desde que estalló la crisis en Brasil hace unos días, comentó Cristaldo. En la Bolsa de Chicago, el precio de la soja cayó por encima del 3% en los últimos días, lo que deja el grano a un precio de USD 350 por tonelada, estimó.
“No es la caída (de precio) que tuvimos en el 2015, que fue del 42%, pero esto está empezando. Habría que ver cuán larga es la crisis en Brasil”, comentó el referente de los productores.
Competitividad. El escándalo de corrupción que apunta directamente al presidente de Brasil, Michel Temer, se ha constituido en una crisis que fue devaluando el real ante el dólar desde el día en el que se dio a conocer.
Esto favorece la competitividad de los productos brasileños para la exportación, entre los cuales encontramos a la soja, la carne y otros commodities. Paraguay compite con Brasil en los dos productos mencionados.
Este escenario de devaluación del real permite que Brasil se fortalezca como exportador, por los precios que se logran en el cambio de moneda.
En el caso de la soja, la expectativa es aún mayor, teniendo en cuenta que en la campaña 2016-2017, se cosecharon más de 100 millones de toneladas del grano.
Con estas variables, se especula entonces que habrá una venta masiva de soja brasileña en el mundo, lo que mueve el tablero de los precios en Chicago, el principal referente de precios de este commoditie.
Zafriña. El presidente de la UGP recordó que la zafriña de la soja en Paraguay está desarrollándose en medio de diversas dificultades.
El atraso de la zafra principal hizo que se empiece a plantar tarde. Esto, a su vez, coincidió con días de muchas lluvias, frío y poco sol, lo que influyó en el desarrollo de las plantas.
Se espera lograr un rendimiento de 1.500 kilos por hectárea, siendo que el promedio de la campaña principal fue de 3.000 kilos.