“El incipiente mercado de ese país ofrece tierras urbanas baratas, una demanda que cuenta con créditos blandos, y avidez por modernizar sus ciudades”, indica la nota.
“Será interesante enterarse de que algo similar ocurre actualmente en la vecina república del Paraguay. Sólo en Asunción, en los seis primeros meses del año se aprobaron obras nuevas que sumarán casi 250.000 m2 de construcción, cifra nada despreciable para una ciudad caracterizada desde siempre por su escaso crecimiento en altura, al punto que los terrenos se cotizan por ubicación y no por capacidad constructiva”, menciona el artículo.
Sobre la avenida Santa Teresa de Asunción, a la que denominan “el epicentro del nuevo mercado premium guaraní”, se encuentran hoy ubicados dos proyectos a cargo de la desarrolladora Paraguay Development, las torres The Tower y The One.
En la nota publicada en el suplemento de arquitectura de Clarín, el vicepresidente de la Cámara Paraguaya de Desarrolladores Inmobiliarios, Alberto Gross Brown, explica que los argentinos están llevando hacia territorio paraguayo “tipologías que todavía no están explotadas, como los usos mixtos, los shoppings o las viviendas colectivas de nivel medio”.
“Gross Brown asegura que en su país existe un déficit de 200.000 viviendas y, en contrapartida, facilidades para la demanda que vuelven atractivo el desarrollo de ese rubro. En especial, debido a la acción de la Agencia Financiera de Desarrollo, banca estatal de “segundo piso” que financia a los bancos para que puedan otorgar líneas de créditos blandos a los compradores finales de hasta 30 años, así como créditos intermedios para los emprendedores”.
“También destaca las bajas incidencias de los terrenos: 300 US$/m2 para el terreno más caro en Asunción, y un costo de la construcción de 700 a 900 US$/m2, mientras que los precios de venta van de 1.300 a 2.000 US$/m2. Para emprendimientos más chicos y no tan céntricos, las incidencias oscilan los 150 US$/m2 y los valores pueden llegar hasta 1.100 o 1.200 US$/m2".
“El aporte argentino al real estate guaraní puede implementarse a través de fusiones o alianzas estratégicas, como lo hizo el estudio de arquitectos argentinos Bracco-Orlando-Bracco, que, gracias a los contactos realizados en ferias inmobiliarias regionales, hoy es una de las patas del grupo desarrollador Fanal”. “En Paraguay aprecian al arquitecto argentino por su competitividad y buen ritmo de trabajo, y porque somos más afines a su idiosincrasia que los brasileños y españoles, que son los extranjeros que más invierten en inmuebles”, explica Leo Bracco, uno de los socios.
El material continúa: “Fanal tiene dos emprendimientos en curso: uno es Altea, dos torres de 10 y 20 pisos sobre un terreno de 1.800 m2 en la avenida Santa Teresa, con una superficie vendible de 13.500 m2 que se comercializará a 1.400 US$/m2. El otro, Amistad, es menos céntrico y de menor envergadura, pero igualmente novedoso para el público asunceño: planta baja y cuatro pisos con departamentos chicos para matrimonios jóvenes y piscina en la terraza. “Allá no existe dificultad de tener que ocupar poco espacio porque las casas sobre lotes propios tienen ambientes inmensos, así que el nuestro es un producto moderno y transgresor”, cuenta Bracco.
Agrega que, en promedio, la tierra representa sólo el 10 a 15% de la inversión de cualquier emprendimiento, y que los retornos rondan el 20 o 25%. Pero, por sobre todo, que hay grandes posibilidades de ofrecer productos diferenciales: “No hay un gran nivel de la construcción; por eso se ven terminaciones deficientes o departamentos sin calefacción, y en ese contexto tenemos mucho para ofrecer”, dice Bracco.
“Gross Brown agrega que, además de Asunción, también hay posibilidad de desarrollar en Ciudad del Este (Triple Frontera) y Encarnación, frente a Posadas, cruzando el Paraná, que se renovó hace pocos años con una nueva avenida costanera, y donde también está todo por hacerse”, finaliza.
