El Paraguay está entrando en una ambiciosa fase de construir grandes obras viales, y con un desafío adicional, emprenderlas con fondos del sector privado a precio cerrado. Es difícil entender la complejidad de riesgos que esto implica, pero es necesario para realizar los juicios debidamente informados sobre los precios.
Financiamiento con bonos soberanos: Los riesgos de quien le presta a Paraguay en formato de bonos son menores, por eso el costo es el más bajo. Con los bonos tomamos dinero, que es algo simple, medible, entendible. Lo que compremos con ese dinero es otro tema.
Los riesgos son los más bajos por lo siguiente:
a) Quien emite el bono sabe el monto que arriesga, porque es el valor del mismo bono, b) El contrato cuenta con cláusula de “cross default”, la cual implica que el no pago de cualquier obligación con el acreedor torna exigible inmediatamente todas las deudas con todos los acreedores, dejando en realidad a los tenedores de bonos en el mismo rango de prioridad de cumplimiento, c) El contrato se celebra bajo ley americana, y se resuelve en las cortes de Nueva York. Este es el marco jurídico más previsible y serio que dispone el mercado internacional, d) Los pagos a los tenedores de bonos se inician desde el primer trimestre o semestre, e) Los pagos de capital e intereses se ejecutan a través de descuentos directos de la cuenta del Paraguay, o sea no hay un trámite de solicitud de pago, f) El Paraguay ya tiene algo de historial de pago de deuda soberana, g) Si el tenedor del bono no quiere saber más nada de Paraguay vende el bono y se sale de la operación.
O sea, aquí se compra dinero con las mismas reglas de juego de los países serios. El precio es bajo, porque el riesgo es bajo. Si después ese dinero se gasta bien en obras de infraestructura es otra historia...
Financiamiento de proyectos: Los riesgos de quien presta a Paraguay bajo la Ley 5074 convierten su dinero en una obra inmobiliaria de infraestructura, para luego de la incierta fecha de la entrega de la obra comenzar a recuperar su dinero en cuotas.
La ventaja en esta operación es que no compramos dinero, compramos el bien final, a un precio fijo. Quien oferta bajo la Ley 5074 no tiene certeza del monto que va a arriesgar, porque no sabe cuánto al final le costará la obra. Lo que oferta es el precio final, no alterable, sin posibilidad de reajuste. Mientras que, en la práctica, los costos de una obra millonaria son estimados y difíciles de prever. Solo por esta definición el precio debe de ser más alto.
Pero, además, los paraguayos inventamos al inversionista una serie de riegos adicionales, innecesarios, caprichosos, los cuales aumentan aún más los riesgos de la operación, y por ende incrementan el precio a pagar. Estos riesgos son los siguientes:
(a) No existe la cláusula de “cross default”, por lo que el Estado puede dejar de pagar al inversionista, y el resto de sus acreedores no puede argumentar un incumplimiento de pagos, b) El contrato se celebra bajo ley paraguaya, y se resuelve en las cortes de Asunción, cuyo sistema judicial es lento e imprevisible, c) Los pagos al inversionista se inician muchos años después, cuando la obra ha finalizado y el “Acta de Entrega” está firmada. Sabemos que la firma del “Acta de Entrega” de una obra de cientos de millones de dólares expone al inversionista a un sinfín de posibles chantajes inventados por los funcionarios del Estado para sacarle dinero y postergar la entrega de la obra, d) Los pagos de capital e intereses no son automáticos. Se efectúan a través de un proceso de solicitud de pago, sujeto a demoras y subjetividades. Si el Estado no paga, hay un proceso judicial de por medio de resultados inesperados, e) El Paraguay no tiene historial (track record), de APP ejecutadas, contratos honrados, pagos realizados, en fin evidencias de comportamiento serio y honorable, f) Si el inversionista no quiere saber nada más de Paraguay tiene que vender los créditos a recibir, lo que resulta más difícil que vender bonos.
Claro que al final todo termina como endeudamiento soberano, pero los riesgos de ambas operaciones no son lo mismo, ¡ni por asomo! El precio más alto solo expresa un riesgo mayor.