25 abr. 2024

Por lo imposible no sacrifiquemos lo posible

Entre nosotros existe un imposible y un posible.

Lo imposible es que estamos en estos momentos en un callejón sin salida del que no salimos. La salida sería “un Paraguay donde no haya corrupción en el poder, donde no subastemos más nuestra soberanía, donde quepamos todos, donde la equidad sea una virtud viva”.

Este ideal patrio está muy lejos todavía de ser logrado en plenitud.

La ANR, en el poder desde 1946 (salvo los tres años de Lugo), quiere prolongar el caos de la década de los cuarenta, el espíritu de la dictadura de los 35 años y la subasta del Paraguay del periodo de los 20 años de transición o traición. Y puede conseguirlo.

El pueblo ya está harto y ojalá repita lo del 2008.

Pero, si no ocurre, muchos se van a desanimar. Por favor, por este imposible de plenitud no sacrifiquemos el posible más pequeño de hoy, que lo tenemos en las manos.

¿Está claro esto? Estamos en un callejón sin salida del que, tal vez, no podemos librarnos en estas elecciones. Pero podemos lograr posibles parciales y amanecerá el día en el que ese “imposible” caerá destrozado.

¿Maneras de realizar los posibles?

El unirnos todos los que queremos el Nuevo Paraguay, porque todavía estamos divididos entre los campesinos, entre los citadinos, entre los que nos llamamos la izquierda. El no votar en estas elecciones a los candidatos corruptos que son mayoría. El seguir abriendo los ojos a nuestros conciudadanos. El frenar la expansión de la soja. También ni un desalojo más y ni un bono soberano más. Y, por supuesto, la libertad a todos los presos políticos.

No podremos hacer ahora lo imposible. Hagamos lo posible que podemos hacer. Y lo imposible caerá.

Pero no sacrifiquemos nunca, por el imposible completo que ahora está fuera de nuestro alcance, el posible actual que podemos hacer. Así , ¡venceremos!