19 mar. 2024

Políticos que violan leyes en campaña no merecen votos

Las denuncias difundidas acerca de pinturas y carteles de propaganda política, instalados por los candidatos antes de que sea el plazo legal previsto, en muchos casos incluso destruyendo obras artísticas o edificios declarados de valor histórico o cultural, demuestran el poco respeto que tienen estos dirigentes acerca del ordenamiento jurídico y el patrinomio de la ciudadanía. Si los candidatos ya empiezan violando leyes cuando están en campaña, ¿qué confianza pueden despertar una vez que resulten electos? La Justicia Electoral debe intervenir para aplicar las sanciones previstas, pero por sobre todo el ciudadano debe tener muy presente a estos infractores a la hora de decidir su voto.

Una oleada de indignación ciudadana se encendió en los últimos días cuando se reveló que los dirigentes colorados Carlos Núñez Agüero y Carlos Viveros, candidatos a senador y diputado, respectivamente, por el Movimiento Colorado Renovador (MCR) de la ANR, habían mandado tapar un mural pintado por el artista urbano Cristian Badaró, durante el evento artístico Latidoamericano, reemplazándolo por carteles de propaganda política sobre un fondo de color rojo.

El mural intervenido, que estaba en una gran pared ubicada sobre la calle Mariscal López casi Estados Unidos, en la zona céntrica de Asunción, es parte del puesto de comando de ambas candidaturas. Como respuesta, varios grupos de jóvenes ciudadanos se congregaron en el lugar y expresaron su indignación colocando carteles con consignas de repudio contra lo que consideraron una acción que desprecia el arte para privilegiar “la basura política”.

Lo sucedido revela la cuestionable actitud de los dirigentes políticos en dos aspectos. La primera es una falta total de respeto y consideración hacia una obra artística que era considerada como un patrimonio de la ciudad, ya que fue parte de una serie de intervenciones que se realizaron en agosto de 2016, cuando 40 artistas de más de 10 países se congregaron en Asunción para la edición del Festival de Arte Urbano Latidoamericano, pintando murales en varios sitios de la ciudad, con patrocinio de la Municipalidad de Asunción y de organismos estatales del ámbito de la cultura. Por más que la muralla se encuentre en una propiedad privada, como parte de una vivienda alquilada, en este caso para el puesto de comando de una candidatura electoral, sus inquilinos no pueden proceder arbitrariamente a la destrucción de lo que ya era considerado un bien colectivo.

El otro elemento a considerar es que las pinturas de propaganda electoral con que se sustituyó el mural artístico han sido realizadas en forma ilegal, ya que el Código Electoral dispone que la propaganda debe ser realizada recién un mes antes de las elecciones internas y además es la Municipalidad la que debe establecer en qué espacios se pueden realizar las pinturas y la colocación de carteles proselitistas.

Este caso, junto a varios otros que se han denunciado en los últimos días, demuestra el poco respeto que tienen los dirigentes políticos acerca del ordenamiento jurídico y el patrimonio de la ciudadanía.

Si los candidatos ya empiezan violando leyes cuando están en campaña, ¿qué confianza pueden despertar una vez que resulten electos? La Justicia Electoral debe intervenir para aplicar las sanciones previstas, pero sobre por todo el ciudadano debe tener muy presente a estos infractores a la hora de decidir su voto.

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