Tal es el informe brindado ayer por el director de Área Social de la Comuna capitalina, Iván Allende, ante el pleno de la Junta Municipal, a donde acudió acompañado por el director de Administración y Finanzas, Braulio Ferreira, para hablar sobre la situación de los dispensarios médicos.
Allende indicó que Asunción tiene 9 dispensarios médicos, dos de los cuales se tuvieron que cerrar debido a que funcionaban en locales alquilados por más de 20 años, cuyas estructuras se encontraban en situación crítica.
Aclaró que el dispensario Oñondivepa, del barrio Santa Rosa, tuvo un desplome del techo en febrero pasado, y fue trasladado al local del colegio Santa Rosa de Fe y Alegría; en tanto que el de Itá Enramada, que pasaba por similar panorama, fue derivado al Centro Municipal N° 10.
Dijo que en Viñas Cué estaban hacinados 25 profesionales médicos que atendían a 8 pacientes por día, lo que significaba un costo de G. 1 millón por cada uno para el municipio.
“Fueron llevados a esos locales cercanos para no dejar desatendida a la población mientras se ven otros locales para alquilar. En promedio se está gastando G. 1.200.000 mensuales en alquileres”, sostuvo el directivo comunal.
PRESUPUESTO. Por su parte, Braulio Ferreira indicó que están estudiando el presupuesto 2017 para el Policlínico y los dispensarios, de manera de maximizar su ejecución.
“Queremos cambiar la perversa distribución actual que se nota en el tema del Policlínico. Tenemos 16 odontólogos y un solo equipo odontológico. Ese tipo de cosas debemos cambiar”, puntualizó.