En la mañana de este jueves se produjo un asalto dentro de una playa de vehículos ubicada en el barrio Santísima Trinidad de Asunción. La banda fue rodeada rápidamente por efectivos policiales, quisieron tomar de rehenes a las víctimas, pero al verse superados terminaron entregándose.
Dentro de la playa de vehículos fueron capturados por los uniformados el ex suboficial ayudante Óscar Daniel Duarte Villalba (35), Elvio Pablo Segovia Cartaman (44), y Oliver David Colmán Medina (20). En tanto que el conductor fue aprehendido en los alrededores, y se trata de Diego Orlando Mendoza Cabral (25), quien llegó a jugar al fútbol en las inferiores del Club Guaraní.
PLANEADO. La Policía Nacional había previsto un operativo encubierto en la zona de la avenida Santísimo Sacramento con unos veinte uniformados encubiertos. Según el comisario principal Rubén Paredes, jefe de la Brigada Central de Investigaciones, ellos tenían informe de inteligencia de que en la zona iba a ocurrir un asalto.
No manejaban exactamente qué local iba ser asaltado, pero tenían la zona y planificaron una cobertura con el apoyo de agentes de la Comisaría 12ª metropolitana.
Aproximadamente a las 9.45, dos hombres bajaron de un automóvil Toyota Corolla; los delincuentes descendieron frente al local de UnionCars. Uno de ellos ingresó por la calle Itapúa, y otros ingresaron por la avenida.
El ex suboficial Duarte ingresó directamente a las oficinas, donde encontró al propietario de la playa, Julián Alfonso; mientras Segovia Cartaman y Colmán Medina se encargaron de reducir a los dos empleados que estaban sentados tomando tereré, y los introdujeron también en las oficinas.
ALERTA ROJA. Cuando los policías de Investigaciones que estaban de encubierto observaron que los hombres que descendieron de un automóvil ingresaron con arma en mano a la playa de vehículos UnionCars se dio la alerta.
En menos de cinco minutos los agentes policiales se reagruparon y también ingresaron a la playa de autos portando armas largas.
Los uniformados realizaron disparos intimidatorios y alteando a los delincuentes para que se rindieran. En ese momento, los tres delincuentes, encerrados en la pieza, intentaron tomaron de rehenes a los trabajadores y quisieron huir también haciendo disparos.
Afortunadamente, el plan B de los asaltantes no funcionó, pues se vieron superados en número de personas y en potencia de armamentos.
Los agentes irrumpieron en las oficinas derribando las puertas con patadas y a punta de fusiles de asalto obligaron a los delincuentes a desistir del plan y a arrojar sus armas cortas al suelo.
Mientras un grupo reducía a los tres dentro de las oficinas, otros agentes en los alrededores capturaban también al conductor del auto en que iban a escapar.
Mendoza Cabral confesó a los policías que lo contrataron por G. 10 millones, cuando el botín que buscaba el ex policía era de G. 200 millones.