El organismo indicó en un boletín que, de acuerdo con las investigaciones desarrolladas por la División de Investigación de la Policía Federal “el imputado es señalado como presunto autor intelectual y material del secuestro y homicidio de la víctima”.
Una vez realizado el análisis de la información obtenida en las investigaciones, se pudo determinar la posible ubicación del probable responsable, agregó.
Los agentes federales “se desplegaron en las inmediaciones del municipio de Tezoyuca, Estado de México, donde dieron cumplimiento a la orden de aprehensión girada por un juez, sin efectuar un solo disparo”, precisó.
El detenido fue puesto a disposición del Ministerio Público de la Federación adscrito a la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (Seido), de la Procuraduría General de la República (fiscalía).
El titular de la Seido, Gustavo Salas, dijo el 3 de octubre que al menos dos personas participaron en el secuestro y asesinato de la española, sobrina de Ángel María Villar, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, entre ellos un hombre identificado como Óscar Saúl ‘N’ que fue detenido a fines de septiembre.
En una rueda de prensa, indicó que tenía “pruebas directas” de la participación del detenido en el secuestro de Villar el 13 de septiembre pasado y su posterior asesinato.
Por ello, la fiscalía obtuvo una orden de captura contra Óscar Saúl ‘N’ y de otra persona que no identificó, dijo Salas, quien añadió que se investigaba “la participación de otros probables responsables”.
El funcionario reveló detalles de lo ocurrido a María Villar, de 39 años, desde que tomó un taxi la noche del 13 de septiembre en un centro comercial de la zona de Santa Fe de la Ciudad de México y unos metros más adelante una persona abordó el vehículo.
A pesar de que el marido de Villar pagó un rescate, el cuerpo de la española fue hallado dos días después en Santiago Tianguistenco, en el vecino Estado de México, pero no pudo ser identificado hasta casi una semana más tarde por su esposo.
Salas destacó entonces que el grupo criminal estaría formado por “más de dos personas”, sin detallar el número, tiene presencia en la Zona Metropolitana de la Ciudad de México y se caracteriza por actuar “con una violencia inusitada” contra las víctimas.
Señaló que el móvil del secuestro fue “de naturaleza económica” y añadió que la decisión de matar a su víctima “se tomó sobre la marcha”.
