La entidad no especificó dónde se llevaron a cabo los allanamientos, pero dijo que la policía sospecha que grandes firmas constructoras eran miembros activos de la supuesta red, entre ellas Odebrecht SA, OAS SA y Andrade Gutiérrez SA, las cuales ya han sido vinculadas a casos de corrupción en la industria petrolera del país. La investigación, que comenzó en febrero, se basa en testimonios obtenidos tras acuerdos de delación compensada con la constructora Camargo Correa SA, uno de los objetivos de una investigación sobre fijación de precios en la petrolera con presencia estatal Petrobras.
Una portavoz de Andrade Gutiérrez dijo que la compañía seguirá colaborando con las pesquisas. Representantes de Camargo Correa, Odebrecht y OAS no respondieron. Según Cade, el cartel ferroviario estaba activo desde 2000 y podría haber involucrado hasta a 37 empresas. La agencia afirmó que hay fuertes señales de que las constructoras se coludieron para elevar el precio de proyectos clave, como el ferrocarril Norte-Sur, un proyecto retrasado desde hace tiempo que facilitaría los envíos de maíz y soja.
PAGO DE SOBORNOS. La Policía dijo en febrero que Camargo Correa admitió pagar sobornos al ex presidente de la estatal Valec, responsable de la construcción de las líneas férreas. La confesión fue parte de un acuerdo con fiscales el año pasado por el que acordó pagar 247,66 millones de dólares en multas e indemnizaciones.
Decenas de ejecutivos de las mayores empresas de ingeniería de Brasil fueron encarcelados por coludirse para cobrar de más a Petrobras y usar ese dinero para sobornar a ejecutivos de la petrolera y a políticos, muchos de los cuales forman parte del Gobierno del presidente interino Michel Temer.
La ferrovía Norte-Sur, de 1.150 kilómetros y que va desde el estado de Goiás al estado costero de Maranhão, comenzó en la década de los ochenta y aún no está completamente operativa. Reuters