Según la nueva legislación, para el parabrisas del rodado se tolera una tonalidad de hasta el tipo AT35. Para el resto del vehículo se puede utilizar hasta el tipo AT5.
La dueña de Miguel Equipamientos, Ofelia Gómez, explicó que el AT35 significa que el vidrio puede tener láminas polarizadas de una tonalidad del 35% de transparencia.
“Es lo más claro que hay. Con esa tonalidad se tiene una buena visibilidad y como no es totalmente transparente sirve como un protector del tablero”, expresó.
El AT5, por su parte, es el polarizado más oscuro. Equivale a láminas con transparencia de solo el 5%, por eso se prohíbe para el parabrisas. Según Gómez, esta tonalidad es la que habitualmente se venía colocando y se diferencia del resto porque desde afuera no se puede ver qué hay adentro del vehículo.
“Es lo que más pide la gente. Primero porque en los días de calor sirve para evitar el sol intenso y segundo porque como desde afuera no se ve nada, sirve como prevención para cualquier robo”, apuntó.
Defensas. En cuanto al paragolpes, la normativa es más clara e incluso fue una propuesta del gremio de Metalúrgicos y Equipamientos para Vehículos.
La normativa establece que los parachoques delanteros no pueden exceder los 20 centímetros ni los laterales del envolvente. Tampoco pueden superar el nivel de la parrilla. Los traseros no pueden tener más de 13 centímetros.
Para el propietario de Equipamientos San Antonio, Antonio Candia, las medidas impuestas son correctas. Señaló que la diferencia con los paragolpes que se fabricaban hasta el momento, es que no pueden “curvar” los faros. Se decidió que los traseros tengan menor dimensión porque en caso de accidentes, el golpe es menor por atrás.
“Todos deben ser metálicos y lo que hay que tener en cuenta son los 13 y 20 centímetros y que ya no pueden doblarse del faro. Después es prácticamente una regulación de lo que ya fabricábamos”, comentó Candia.