• Souvenirs. Los vendedores se las ingeniaron para ingresar y hacer su “agosto” en la convención. Se pudo observar gorros, calcomanías y pañoletas coloradas que estaban a la venta dentro del mismo recinto de la ANR.
• Corta. La convención fue tan corta que algunos recibieron su almuerzo recién al retirarse. No es cierto que hicieron en forma tardía el reparto por miedo a lo que le ocurrió a Tito Saguier en la convención del PLRA, donde fue agredido con un sándwich.
• en la mira. Los diputados Freddy D’Ecclessis y Concepción Cubas de Villaalta se posicionaron en el escenario principal durante todo el desarrollo de la convención. Los que no asomaron las narices fueron Bernardo Villalba y Marcial Lezcano, los otros dos integrantes de la nómina entregada por la Senad a la Cámara de Senadores como supuestos narcopolíticos.
• Sin auspicio. En esta convención, no se repartió a los convencionales una conocida marca de gaseosas vinculada al presidente de la República como en otras ocasiones.
• DESMOTIVADOS. La asamblea de la ANR se caracterizó por el poco fervor de sus adherentes. Esta vez, no se escucharon los gritos de hurreros como suele acontecer.
• Sobraron sillas. El sector establecido para invitados especiales no se llegó a llenar por lo que más de 50 sillas tuvieron que retirarse.