Gray, economista jefe del PNUD para Latinoamérica y el Caribe, explicó que entre 1993 y 2013 hubo “una leve reducción de la pobreza en Honduras”, pues en 1993 fue del 76 % y en 2013 bajó al 59 %, según un informe del PNUD presentado en Tegucigalpa.
Pese a esa reducción, el experto considera que el resto de los países latinoamericanos lograron reducir su pobreza y desigualdad de manera “más acelerada” que Honduras.
Explicó además que el nuevo patrón de desarrollo debe basarse en la mejoría del mercado laboral como elemento más importante.
Honduras necesita “un mercado laboral más dinámico que genere empleo para los más jóvenes y más inserción laboral para la mujer”, señaló.
Gray destacó además la importancia de conjugar el crecimiento económico con políticas públicas que tengan más “articulación sectorial y territorial a lo largo del ciclo de vida”, una de las principales conclusiones del informe.
Además del empleo, también puso énfasis en la protección social a través de una agenda social entendida “como una mirada de ciclo de vida”, y también en los sistemas de cuidados que eviten la doble carga, de las mujeres principalmente, entre trabajo remunerado y no remunerado.
El país centroamericano debe impulsar “sistemas de protección, que se vayan construyendo alrededor del ciclo de vida que va ser importante”, apuntó Gray.
El experto del PNUD también señaló que el acceso a activos, ya sean financieros o físicos, permite a las personas en situación vulnerable generar un patrimonio, lo cual todavía es “una agenda pendiente” en este país.
El informe del PNUD señala “especial preocupación” por las personas que experimentan “exclusiones y vulnerabilidades”, y señala que un desastre natural, una crisis financiera o una emergencia de salud puede poner “en riesgo” a muchas personas y no les permita “salir del círculo de la pobreza o recaer en la misma”.
En Honduras, de acuerdo al documento, muchas mujeres jóvenes que viven en zonas urbanas se encuentran en “condición de mayor vulnerabilidad”, aunque no son pobres pero tampoco logran ascender a la clase media.
Ante ello, el PNUD propone al Gobierno hondureño desarrollar “políticas de nueva generación” orientadas a abordar barreras, como la discriminación y diferenciación negativa, porque “impiden a las personas gozar de bienestar”.
El informe también indica que para hacer frente a la pobreza se requieren políticas que propicien “la inserción a mercados laborales y acceso a educación”, lo mismo que políticas de protección social y acceso a la salud para prevenir “la caída de personas vulnerables a la condición de pobreza”.
“Los retos de trabajar por la inclusión y un desarrollo sostenible implican que nuestros esfuerzos se encaminen más allá que lograr un determinado umbral de ingresos”, subrayó la representante residente del PNUD en Honduras, Consuelo Vidal, en la presentación del informe.
Agregó que lograr un desarrollo sostenible requiere de “acciones que tomen en consideración las múltiples dimensiones que viven las personas -como vivienda digna, pensión, acceso a servicios de salud”.
Los funcionarios del PNUD destacaron el hecho de que Honduras utilizará el índice de pobreza multidimensional de la ONU para determinar la población pobre que tiene el país y fortalecer su política social.