23 abr. 2024

“Planteamos triunfar y después generar las transformaciones reales”

El comunicador y ambientalista propuesto por el FG para vicepresidente de la Alianza que encabezará el PLRA activará en política porque dice que solo desde el poder podrá hacer algo más que denunciar. Asegura que no será un “florero”.

En carrera.   Leo Rubin dice que se había propuesto dejar la radio al cumplir los 50 años.

Mujer indígena se ratifica en denuncia contra Leo Rubin. Foto: Archivo

Susana Oviedo

soviedo@uhora.com.py

A Leo Rubin no le incomoda que le vean como la “oveja negra” de la familia, por progresista, ni que lo califiquen como un outsider de la política o un fanático luguista. Se había planteado hace unos años dejar sus actividades en la radio de la familia al cumplir los 50 años. Este momento llegó y con su perfil de ambientalista, defensor de las culturas indígenas y de los campesinos, se lanza al ruedo político como el candidato por la concertación de partidos de izquierda y centro izquierda, el Frente Guasu, aceptando la candidatura a vicepresidente de la República para integrar la chapa presidencial que encabezará un liberal. Asegura que lo hace para ganar y demostrar que la vicepresidencia no es “un florero”.

–¿Qué le motivó aceptar ingresar a la política en este momento?

–Bueno, yo tuve ofrecimientos anteriores. Para las elecciones del 2013, me habló Karina Rodríguez para ofrecerme acompañar la lista para Diputados. Después, Mario Ferreiro también habló conmigo para ser concejal en Asunción. También contesté que no, además, no vivo aquí. En junio, estando en el Chaco en una comunidad de los guaraní ñandéva que se llama Pykasu, ya cerca de Bolivia, comentaba impotente sobre la deforestación y la destrucción del medioambiente que habíamos visto en el recorrido, y un amigo común con Fernando Lugo me dice que la única forma de intentar cambiar eso sería estando en el poder. Se ve que él tenía ya la venia de Lugo para plantearme activar con ellos en política. Así se empezó a dar de alguna manera esta inquietud.

Me pone feliz recordar que esta idea nació en una comunidad indígena, porque de hecho, en la radio uno de los ejes de mi lucha diaria es el medioambiente, las cuestiones indígenas, los campesinos y la cultura en general. Tengo la firme convicción de que solo teniendo el poder real podemos cambiar algo en este país. Si no quedamos solo en las denuncias y todo seguirá igual.

–¿Una concertación de partidos como el Frente Guasu sintoniza con estas preocupaciones?

–Sí, absolutamente, y también otras fuerzas progresistas. Yo estuve hablando con Mario Ferreiro, por citar, otro referente. Claro que sí, esto es fundamental, porque es una cuestión de estructuras partidarias que pueden mover las cosas. Pero a nivel opinión pública, todo el mundo se da cuenta de que esto es un desastre, menos el Gobierno. La preocupación por el medioambiente no tiene ideología. Pero tenemos que instalarla y llevarla a nivel grande.

–¿Es consciente de que la gente le ve como la oveja negra de los Rubin, por su ideología de izquierda y, además, que va a renunciar a otros proyectos?

–Me gusta la palabra renuncia, porque tiene que ver con mi filosofía de vida y el desapego. Esto hay que practicar con el ejemplo. No solo parecer, sino ser. Ahora bien, respecto a mis convicciones hay que considerar que mi mamá siempre lucha por el derecho de las mujeres, mi esposa trabaja con pueblos indígenas, mi papá creó a Todo Pulmón. Yo acompañaba a Humberto en las grandes campañas que hacíamos desde la radio para el Hospital de Clínicas. Nosotros llevamos muy metida la actitud de servicio. Pero sí, es cierto, que me ven como la oveja negra; pero las ovejas negras también somos necesarias.

–¿Piensa que en los meses que quedan antes de abril pueden conciliarse los ejes programáticos del Frente Guasu con los del PLRA, que son otros?

–Estoy convencido de que se puede, porque los temas que señalamos en los ejes programáticos para trabajarlos en alianza con el PLRA y otros sectores no pueden seguir posponiéndose. De hecho ya hablamos al respecto con Carlos Mateo Balmelli, con Efraín Alegre y, ojalá, los pueda hablar en los próximos días con Martín Sannemann y con Herminio Ruiz Díaz, los otros dos precandidatos liberales a presidente. No sé qué me van a decir estos dos últimos. Pero con Alegre y Mateo ya lo hablamos y existe el compromiso de acompañarlos.

–Durante el cogobierno de Fernando Lugo con un vicepresidente liberal, el mandatario terminó destituido por un juicio político avalado por los liberales. ¿Cómo confiar de nuevo?

–En el 2008 hubo más tiempo para configurar la alianza y, sin embargo, unos años después se pergeñó un golpe parlamentario contra Lugo, que le hicieron sus propios aliados, con el Partido Colorado. Creemos que aprendimos de esos errores. Uno de los temas de los que no se habló en el 2008 son los espacios de poder. En aquel entonces llegué a escuchar que se llegaba a los ministerios y se encontraban con roscas mafiosas que manejan las instituciones.

Ahora ya estamos hablando de espacios de poder, de cuestiones sociales, de quién va a dirigir la seguridad, la economía, de cómo vamos a cruzar nuestras ideas y hallar los puntos en común. Seguramente habrá puntos sobre los que no estaremos de acuerdo, pero es parte de la discusión normal en un país serio. Y alguna vez tenemos que ser un país serio.

–Para la ciudadanía, el cargo de vicepresidente está considerado innecesario. De hecho, la figura está asociada a un florero. ¿Cómo revertir esto?

–Bueno, particularmente pienso dedicarme a promover y luchar por el medioambiente, los campesinos, indígenas, los jóvenes y la innovación tecnológica y convertirlos en ejes directos a cargo de la Vicepresidencia. Cien por ciento vamos a dedicarnos a ellos, desde el papel de nexo entre la Presidencia y el Congreso Nacional. Vamos a ejercer el rol de liderar todo lo que tenga que ver con estos asuntos generalmente considerados de segundo plano.

–¿Podrá superarse la fragmentación en el arco opositor tras las posiciones a favor del proyecto de enmienda constitucional y la reelección?

–De hecho que ya se está en ese proceso. No habrá sido nada fácil para los dirigentes del PLRA concurrir hasta el local del Frente Guasu, donde se decidió por mi candidatura, y viceversa, horas más tarde, que referentes del Frente Guasu se trasladen hasta la sede de los liberales para la reunión del Directorio. Evidentemente, hay hechos que ocurrieron y que nos diferenciaron. Hubo un golpe de Estado parlamentario en el 2012 y sobre esto, todas las fuerzas progresistas estuvimos en contra, y el PLRA a favor. La enmienda también dividió al país. Son situaciones muy dolorosas que hemos vivido, pero debemos tener la suficiente grandeza y apertura mental para poner las cosas importantes por delante, y superar el sectarismo.

Nosotros vamos a triunfar y después intentar hacer lo que hacen Uruguay o Chile. Tener un proceso a largo plazo para generar las transformaciones reales. Hay temas gravitantes: la renegociación de Itaipú, por ejemplo, es clave. No podemos dejar en manos de esta gente (por el gobierno colorado).

–¿Que piensa de Marito y Santiago Peña?

–Los dos candidatos colorados son solo más de lo mismo: gente conservadora, miembros de una élite. Con cualquiera de ellos, los colorados van a volver a ser los “barones de Itaipú” punto II, y no podemos permitirlo.

–¿Qué chances tiene la alianza opositora frente al poderío del Partido Colorado que cuenta con todo el aparato estatal a favor?

–Ellos tienen un voto duro, y nosotros somos conscientes de ello. Pero si sumamos los votos obtenidos por todo el arco opositor en las últimas elecciones, se ganaba. Ahora el triunfo va a ser más grande, porque la gente está viendo lo que está pasando con este gobierno, y está cansada. Vamos a ganar después de 10 años y desde nuestro espacio de poder en el cogobierno, vamos a exigir a quien haya que exigir a que labure en serio.