Tras este hecho, fueron relevados de sus puestos el jefe, comisario Carlos Martínez y el subcomisario Víctor Mora, que se desempeñaba como subjefe. Ambos están sumariados.
“Después de lo que le pasó a mi hijo, muchas madres vinieron a contarme historias de abusos de poder y tortura en esta comisaría. Yo no voy a dejar de luchar hasta que se sepa todo lo que pasó”, decía con la voz quebrada.
Para doña Norma, se dieron una serie de hechos curiosos, como la llegada de patrulleras y jefes policiales a la comisaría.
Afirma, que testigos le aseguraron, que se escucharon gritos del joven en la noche y madrugada. “A las 2.00 de la madrugada aproximadamente, habría muerto mi hijo pero a nosotros nos avisaron recién a las 4.00, cuando mi casa queda a una sola cuadra de la comisaría”, expresó.
Hasta el momento, la fiscala Mercedes Caniza, que investiga el caso no recibió el informe de la autopsia que se le realizó al joven tras su muerte, según confirmó uno de sus asistentes.
El mismo refirió que ese informe es fundamental para una eventual imputación de los uniformados.