De esta forma, quieren evitar que el imputado se beneficie con la suspensión condicional del procedimiento.
Como la expectativa de pena por acoso sexual es ínfima (2 años de pena privativa de libertad o multa), los querellantes temen que se busque una salida alternativa.
Sobre Andersen pesan varias denuncias por trato denigrante y amenazas a estudiantes de la Facultad de Ciencias Médicas. El año pasado una alumna de la filial de Santa Rosa del Aguaray, Departamento de San Pedro, lo denunció ante el Ministerio Público por haberle intentado besar a la fuerza.
Andersen reconoció incluso el acoso, pero con el solo fin de abreviar el procedimiento y “zafar” de tribunales. Su expediente, Nº 9835/15, está en manos del fiscal de San Lorenzo, Julio César Ortiz González, quien tiene tiempo hasta este jueves para presentar acusación o no en la causa.
Desvinculación. En caso de que el galeno sea condenado, si bien no irá a prisión, se sentará un precedente para que sea desvinculado del ámbito académico y universitario. “Él no podría seguir enseñando, aunque no vaya a la cárcel. Una condena por acoso, relacionado con el ejercicio de su función docente, habilita a que sea desvinculado de la facultad con motivos justificados”, señaló.
Andersen tenía a su cargo las cátedras de Estadística (1er curso), Hemografía y Urología (ambos del 5º curso).