El hecho ocurrió en mayo pasado, cuando la sindicalista Natalia Ávalos reclamó una vez más al gerente general Víctor González, el arreglo de las goteras para evitar que las oficinas se sigan inundando. La respuesta fue un empujón y una patada en el muslo.
El alto funcionario fue apartado del cargo y reasignado como asesor técnico de gerente general. Según el presidente de Petropar, Eddie Jara, el hombre perdió alrededor de 25% de su salario como castigo.
Por su parte, la sindicalista afectada se acogió a un retiro voluntario y se habría llevado una millonaria suma, ya que también le pagaron lo correspondiente a una demanda que presentó durante los periodos de Fernando Lugo y Federico Franco.