Estos datos no pasan desapercibidos en el contexto de la tensa relación que arrastra la estatal de combustibles con distribuidoras y emblemas privados, quienes denuncian atropellos y arbitrariedades impulsadas por el titular del Ministerio de Industria y Comercio (MIC), Gustavo Leite.
En los nueve primeros meses del año, Petropar lidera las importaciones de naftas y diésel, según el registro estadístico de la DNA. Le sigue en el ránking de los tres primeros lugares la multinacional brasileña y el tercer lugar se disputan entre los principales emblemas nacionales Copetrol y Barcos y Rodados. El sector de combustibles es el que más ha aportado en impuestos al ente aduanero y su titular, Nelson Valiente, sostuvo que fue el rubro que posibilitó cerrar setiembre con superávit, respecto al mismo mes del año pasado.
En lo que se refiere al pago de impuestos, Petropar abonó en total más de G. 310.800 millones al Fisco en estos nueve meses. (ver infografía)
Los gremios que aglutinan a las distribuidoras privadas con sus emblemas, al igual que los que comercializan gas licuado de petróleo denunciaron “persecuciones, arbitrariedades y decretos inconstitucionales que violan la libre competencia y de mercado” por parte del Gobierno y del MIC. Sostienen que las medidas se realizan para proteger y ayudar a la “ineficiente y corrupta Petropar”.
Rechazaron que se constituyan en un oligopolio como lo acusa MIC, que había cedido a favor de la estatal con los decretos vigentes que le otorgan la exclusividad en la importación del 50% del diésel Tipo III (común) y la nafta virgen de 85 octanos, ambos combustibles con precios regulados por el Estado.
DURO. Por su parte, Leite no se guardó nada en su reacción a los ataques y se ratificó en que el sector privado conforma un oligopolio que lucró siempre en forma desmedida. Incluso, aseguró que importaron más combustibles aún con la vigencia de los decretos que cuestionan (en conjunto sí es superior). Igualmente, enfatizó que aún así Petropar está vendiendo a mejor precio para el beneficio de la gente.
Aseguró que “hay un cúmulo de mentiras de gente que no tiene cómo justificar lo que viene ocurriendo en el Paraguay”, al sostener que antes no había reglas, pero ahora sí las hay y se cumplen. Recordó que antes el precio del pasaje de ómnibus era de G. 2.400 y ahora de G. 2.100, con mejores unidades y que de ninguna manera puede ser señalado como populismo.