En la nómina de Petropar aparecen empleados que cumplen funciones de vigilancia de seguridad y chofer que ganan hasta G. 9,5 millones y G. 10,6 millones gracias a las gratificaciones que reciben, respectivamente.
Esto representa el doble de lo que el Ministerio de Salud paga a la mayoría de sus médicos, cuyos ingresos totales ascienden a G. 5,2 millones, según la planilla oficial de ambos entes (ver infografía).
La petrolera estatal, que técnicamente se encuentra en quiebra técnica por la deuda de USD 270 millones con PDVSA, que arrastra de administraciones anteriores, y por las pérdidas que le sigue originando la venta del gasoil a precio subsidiado por decisión política del Gobierno de Cartes, se da el lujo de contemplar hasta 10 beneficios extras a sus empleados nombrados, vía contrato colectivo.
Las asignaciones extras van desde peligrosidad, gasto de representación, bonificación familiar y hasta sueldo complementario todos los meses. Este rosario de beneficios se fue incrementando a lo largo de los años, especialmente durante los gobiernos colorados, donde los sindicatos consiguieron, a cambio de garantizar la paz, sumar privilegios.
El presidente de la estatal, Fleming Duarte, gana más de G. 34 millones, lo llamativo es que tiene tres asignaciones por responsabilidad, las cuales le suman un poco más de G. 15 millones. También llama la atención la excesiva cantidad de jefaturas, la mayoría de ellas con asignaciones totales por encima de G. 10 millones.
Vale aclarar que los actuales beneficios fueron propuestos por la administración anterior y se aprobaron vía Ley de PGN.
