La estatal se deshará de parte de su participación en los campos de Lapa y Iara, yacimientos ubicados en la cuenca marina de Santos, sobre el horizonte exploratorio del presal, como son conocidas las gigantescas reservas que Petrobras descubrió en aguas muy profundas del océano Atlántico.
En el campo de Iara, Petrobras cederá a la compañía francesa una participación de 22,5 %, mientras que la empresa brasileña se quedará con 42,5 % de la concesión.
En el campo de Lapa, Total comprará una participación del 35 %, dejando a la petrolera brasileña con un 10 % de la propiedad.
Con base en el acuerdo, Petrobras, además, tendrá la opción de asumir el 20 % del bloque 2 en la zona Perdido Foldbelt, en el sector mexicano del Golfo de México, que la empresa francesa adquirió en asociación con Exxon a principios de este año.
Según el comunicado, Petrobras y Total también serán socias en dos centrales térmicas en el estado brasileño de Bahía y compartirán la infraestructura del terminal de regasificación.
Petrobras recalcó que ambas empresas son actualmente socias en 19 consorcios de explotación y producción, tanto en el país como en el exterior.
El acuerdo entre ambas compañías se enmarca dentro de un plan de desinversión lanzado por la petrolera para hacer frente a su grave crisis financiera y reducir una deuda que era récord hasta el año pasado.
Petrobras también se ha visto afectada por la caída del precio del petróleo y es centro de un gigantesco escándalo de corrupción que ha salpicado a exdirectivos de la compañía, a políticos de todo el arco partidario y a altos cargos de las principales constructoras del país.
