Tras oficializarse ayer que el Gobierno de Cristina Fernández mantendrá sin variaciones su política monetaria, el peso argentino se vino abajo en el mercado cambiario.
A nivel local la cotización cayó a G. 340, un nivel nunca antes alcanzado, mientras que el dólar blue (informal) en Buenos Aires subió ayer a 14,38 pesos y el oficial se posicionó en 8,42 pesos, con lo que la brecha entre ambos tipos de cambio llegó a 70%.
Esto incentiva el contrabando, refirió el miembro del Directorio del Banco Central del Paraguay (BCP), Santiago Peña.
El funcionario indicó que es esta brecha la que genera la “ventaja” que hace que la importación informal sea más atractiva, ya que importando con la cotización oficial sus dólares valen no más de nueve pesos, mientras que si se hace en formal ilegal sus billetes valen casi 15 pesos.
En cuanto a precios, al mes de junio la diferencia entre los productos vendidos a nivel local y los comprados en Argentina era del 30%, de acuerdo con los datos del ente monetario central paraguayo.
A esto se suma que al ser de contrabando no debe cumplir con las obligaciones tributarias tanto en Argentina como en Paraguay.
“Ninguna medida monetaria va a contrarrestar esto; la diferencia cambiaria es el negocio”, apuntó Peña.
Empresarios de los sectores más afectados por el contrabando refieren que el impacto en las ventas se ha hecho sentir fuertemente, sobre todo en el primer semestre del año, cuando algunos segmentos hablaban de hasta 30% y más de menor facturación, generando incluso hasta despidos, principalmente en Asunción y área metropolitana.
la perspectiva. Expertos vaticinan que lo peor aún está por venir, ya que esperan todavía mayor devaluación del peso argentino en los próximos meses, considerando el comportamiento de su economía, en recesión, su elevada inflación y su creciente escasez de dólares.
De no resolverse la problemática del Gobierno argentino con los fondos buitres, la crisis podría agudizarse, apuntan analistas argentinos.
El tipo de cambio informal registró ayer una de las apreciaciones más fuertes desde su “entrada en vigencia”, en 2012, incluso por encima de la cotización que había alcanzado luego del fallo del juez de Nueva York Thomas Griesa, en julio pasado.
En lo que respecta a sus reservas internacionales, Argentina ha registrado una caída de más de 200 millones de dólares, la cual, de acuerdo con el argumento del Gobierno de dicho país, obedece a la cotización del oro y a la composición de las monedas extranjeras dentro de su activo.
El menor precio de la soja y pagos de la deuda externa también serían causantes, según el Gobierno de Cristina Fernández.