Eran aproximadamente las 3.30 cuándo Guillermo estaba volviendo a su casa en el barrio Obrero de Asunción cuando fue seguido por una patrullera policial. Recordó que desde Chile y 13ª Proyectada le siguieron, e incluso intentaron ingresar a su vivienda.
“Vos sabés que yo me salvé de los policías de la Cuarta. A mí me empezaron a seguir una hora antes, y mi camioneta tenía chapa y estaba con las ventanillas abajo”, recordó el comunicador.
Aseveró que no existen garantías en una verificación policial. Aseguró que él no estaba en infracción, y tampoco huyó de una barrera policial legal.
El Código Procesal Penal establece en los artículos 39 y 40 que la Policía solo puede detenerte en el caso de contar con una orden de captura, o en flagrancia de la comisión de un hecho punible.
La patrullera de la Comisaría Cuarta lo siguió. “Ellos venían detrás mío, y al llegar a la esquina de mi casa activo el portón eléctrico, e ingreso tranquilamente y bajo de la camioneta”, comenta Guillermo.
Pero los policías no se dieron por vencidos. “Frente a casa encienden las balizas, y uno de los policías baja de la patrullera e intenta forzar mi portón para entrar a mi casa. En eso sale mi hermano, porque le alerta la luz de la patrullera”, asegura el entrevistado.
Finalmente, el suboficial vuelve a subir a la camioneta policial y sale de la zona.
A las 4.45 aproximadamente la misma u otra patrullera de la Comisaría Cuarta Metropolitana siguieron a Richard Pereira, quien tras rendirse, recibió un disparo y ahora quedó paralítico. La víctima denuncia que le plantaron evidencias, como arma y droga.