Los brasileños tendrán que elegir entre 475.000 candidatos de los que una gran mayoría, unos 443.000, optan a una concejalía y alrededor de 16.000 a una alcaldía en 5.570 ciudades, en la primera cita electoral desde que Michel Temer, líder del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), sustituyó a Rousseff (Partido de los Trabajadores) en la presidencia.
Los electores brasileños están acostumbrados a candidatos llamativos y no se sorprenden por la presencia de los personajes más extravagantes en las listas.
Una de las más famosas es Fernanda Costa, hija del narcotraficante Fernandinho Beira-Mar, el capo de la droga más importante que ha surgido en Brasil, que incluso tenía vínculos con las FARC, y que opta a una concejalía en Duque de Caxias, colindante a Río de Janeiro, por el Partido Progresista (PP). Entre los más extravagantes está Eduardo dos Reis, conocido en el mundo artístico como el payaso Atchim (achís) que se hizo famoso en la década de los 80 con su compañeros Espirro (estornudo) y que ahora compite como concejal por São Paulo –la ciudad más rica de Brasil– por el Partido Republicano Brasileño. No menos estrambótico es Walter Branco, imitador de Walter White, el protagonista de la serie Breaking Bad, que quiere ser concejal en Campinas, en el estado de São Paulo. efe