La mitad del carril de esta transitada vía de comunicación, en todo el trayecto mencionado, se encontraba cerrada por conos, máquinas y camiones tumba, convirtiéndola en un estrecho pasillo por el que buscaban abrirse paso vehículos y colectivos, en medio de bocinazos e insultos.
El intendente Mario Ferreiro, al momento de lanzarse este plan de asfaltado de arterias del centro, dijo que de ser necesario apelarían a tareas nocturnas para evitar el caos automovilístico, aún cuando ello suponga un aumento en los costos, por el pago de horas extras. Ayer, tal promesa no fue materializada.