El dirigente liberal imputado por supuesta perturbación de la paz pública, por fabricar bombas molotov en la noche del 31 de marzo pasado, estuvo con su abogado Cristian González, en la audiencia ante el magistrado.
Al inicio de la diligencia, la defensa recusó al juez Amarilla a más de los fiscales intervinientes, Aldo Cantero y Eugenio Ocampos, quienes también estaban presentes.
Con respecto al magistrado, alegó que uno de los funcionarios del juzgado era hijo del senador Blas Llano, enemigo político de Stiben Patrón. Con relación a los dos fiscales, alegó falta de objetividad, algo que según el fiscal Cantero ya había adelantado en la audiencia que tuvo el miércoles ante el Ministerio Público.
Sin embargo, a pesar de la recusación, el juez tuvo en cuenta que la resolución de la medida cautelar era una cuestión que no podía esperar, ya que se trata de la libertad de la persona, por lo que resolvió el pedido del fiscal.
Así, el juez decretó la prisión preventiva del encausado, con el argumento del peligro de fuga y de que se trata de un crimen, conforme con la clasificación de hechos punibles.
Dispuso además que el encausado sea llevado al penal de Emboscada, en libre comunicación y a disposición del Juzgado.
Después, el juez Amarilla elevó al Tribunal de Apelación en lo Penal su informe con respecto a la recusación del encausado.
El magistrado pidió el rechazo, ya que no era amigo ni conocía al senador Blas Llano. Reconoce sí que el funcionario a cargo de su juzgado era el hijo del legislador.
Igualmente, el juez hizo un sorteo también para derivar la causa. El juzgado de Garantías 10, interinado a la fecha por el juez Humberto Otazú, salió designado, por lo que la causa fue remitida al magistrado.