El sacerdote se desplazaba a bordo de una camioneta Nissan, propiedad de la parroquia, sobre la avenida Perú casi Teodoro S. Mongelós, cerca de las 1.30, de ayer. Al llegar a la intersección mencionada, perdió el control y embistió contra un automóvil BMW, propiedad de Julio Manuel Levi Beezki (38), comerciante. Tras el fuerte impacto con el primer vehículo, el auto del cura fue a chocar contra otro vehículo que estaba estacionado en el lugar, propiedad de Ana Teresa Arancedo, quien estacionó el móvil frente a su casa, que se convirtió en escenario del accidente.
SIN HERIDOS. El comerciante, por su parte, se encontraba en una pizzería, cuando chocaron su automóvil. La otra víctima estaba descansando en su vivienda cuando de repente, los vecinos escucharon el fuerte ruido y la alertaron sobre la situación.
Cuando fueron a verificar lo sucedido, encontraron al sacerdote en la calle, muy asustado a causa del choque. En algún momento los testigos sospecharon que estaba bajo los efectos del alcohol, pero no se le practicó el alcotest para confirmar la versión de los presentes.
El sacerdote desmintió esta versión y manifestó que la zona por donde se desplazaba era su ruta normal. Aseguró que estaba muy cansado, ya que venía de realizar una intensa actividad. “Iba lúcido, pero quizás me quedé dormitando, no sé. Me traicionó el cansancio”, dijo.
Señaló que regresaba de la cena de fin de año arquidiocesano que se realizó en el Seminario Metropolitano.
Por parte del comerciante, el seguro se encargará de reparar el vehículo, mientras que la mujer llegó a un acuerdo con el religioso, quien se desempeña como cura párroco y director de un colegio.
El comisario Miguel Cardozo, jefe de la Comisaría 3° Metropolitana, señaló que la camioneta del sacerdote perdió la dirección y posteriormente el control del rodado, lo que causó el choque violento. Las víctimas radicaron la denuncia en la sede policial, comunicó el comisario.